martes, 2 de septiembre de 2008

UN CUENTO PARA TODOS



EL DIARIO DE ANA
En un lugar de la capital, vivía en una humilde casa, una hermosa y joven pareja, ya el tiempo de novios era largo y tanto se querían que decidieron un día casarse. La fecha ya estaba dada y se realiza la boda; como todos los sueños de unos esposos, es revivir los mejores momentos de su vida, y la mejor forma es viéndolo en el reflejo de un bebé, así pues, desearon tener una dulce niña que muy pronto la vamos a conocer. Después de un año, mi madre queda embarazada, ya habían pasado ocho meses, y no se lo había contado a mi futuro padre, así es que un día, viernes exactamente, se lanza con la alegre noticia hacia mi padre, pero como él se encontraba trabajando, se la cuenta por teléfono. Un completo silencio se creó, no se escuchaba ni el respirar de mi padre; ¿Qué habrá pasado?, ¿Se habrá desmayado? No, él se quedó en un trance de emoción completa, no tenía palabras que decir, no supo que hacer, su única salida fue colgar y en ese mismo instante tomó sus cosas, puso en marcha su carro, arrancó y se dirigió rápidamente a la casa, ella lo esperaba, al verla corrió tan rápido que ni ella lo vio, y al instante que llego la abrazó fuertemente y la besó. Un día como estos, en estación de primavera, donde todo es felicidad, mi madre se encontraba en la sala pero algo pasó…….. Llegó su esposo y no vio nada más que a un policía, preocupado mi padre, le pregunta que había sucedido, un terrible presentimiento lo envolvió, el policía sólo le dijo que su esposa se encontraba en el hospital, le dio la dirección y antes de terminar de hablar, mi padre ya se encontraba en el carro dirigiéndose al lugar, tan preocupado estaba que llegó tarde por el tráfico. Bajó del auto y corrió en busca de ella. Una persona de blanco lo atiende, era un doctor, al ver que éste lo llamó empezó a sudar tanto, que hasta podía inundar el hospital, se le acercó, y el doctor le dijo: "Felicidades, es usted ahora un padre de una hermosa niña". El esposo rompió en llanto, tanto fue su desfogue que toda esa terrible preocupación se convirtió en una inmensa alegría, entró donde se encontraba ella, abrazó a su esposa y se quedó mirando a su hija, a quien la llamaron Ana.


ANA
Risueña, hermosa y estudiosa se convirtió aquella niña que nació, ya había crecido y tenía a alguien muy especial, a su hermanito Pedro, que tenía cinco años. Al llegar el día de su cumpleaños, al despertarse, o mejor dicho al despertarla su familia, recibió una gran sorpresa, le habían llevado una inmensa torta hasta su cuarto y juntos le cantaron por el día de su santo, y al terminar, siguió la mejor parte, los regalos, tantos fueron que dejaron su cama sin un mínimo espacio: Llega la tarde, es la hora de la fiesta, sus amigos iban llegando y al llenarse por completo su casa, empezó la celebración, ella comenzó bailando, como toda debe dar la iniciativa; luego fueron dos, tres y finalmente todos, se veía muy contenta disfrutando de sus quince años, saltando y gritando junto con su hermanito Pedro, hasta que uno por uno de los invitados, satisfechos por la diversión y cansados de tanto bailar, se fueron despidiendo de ella hasta que todos se fueron quedando una pareja aún, se trataba de ella y su hermano. Viéndolo ya tambaleándose del sueño, apagan la música y se dirigen a sus respectivas camas, donde compartían la misma habitación. Pedro fue el primero en dormirse, luego ella.
Desafortunadamente, el día de su cumpleaños cayó domingo, así que al día siguiente tenían que ir ambos al colegio……….


EL AVARO Y ANA
Suena el despertador: trtrtrtrtrtrtrtrtrtrtr, Ana y Pedro se levantan para dirigirse a la escuela. Se cepillan los dientes, se colocan el uniforme, desayunan y ya listos, aún temprano, se despiden de sus padres y marchan a la escuela. Por el camino pasaba un señor casi vagabundo, su hermano al verlo le pregunta ¿quién es? y ella le empieza a contar: ese señor que ves era una persona sumamente importante, era adinerado pero era muy avaro, no tenía hijos, vivía sólo con sus sirvientes y viajaba a muchos países lejanos. Cuando veía a los huérfanos pidiéndole un pan, él se burlaba de ellos. Pero un día perdió su trabajo y se fue a la quiebra, los amigos, "sus amigos", le empezaron a dar la espalda y ahora recorre las calles sólo y sin hogar. "El rico no posee riquezas, sino que éstas lo poseen a él" terminó diciendo Ana.
Faltaba media hora para el toque de timbre de la escuela y a Ana se le ocurre algo, llama al señor y lo invita a su casa a comer, éste, confundido ante tanta amabilidad acepta, y Ana lo lleva a su casa, sus padres se quedan impactados al momento de verlo sentado en la mesa, Ana le explica el por qué lo había traído y al notar el hermoso gesto de su hija, contentos de ella la felicitan. Ana se despide del señor diciéndole: para que veas que nosotros sí compartimos y tú no lo hacías, tú pensabas tenerlo todo, un montón de riquezas que sin darte cuenta te traían un gran mal, el señor desconcertado, se puso a meditar y en ese momento se propuso cambiar la clase de persona que era, todo gracias a la ayuda de Ana.


EL RELOJ MÁGICO
Dirigiéndose ya hacia el colegio, en el camino Pedro se encuentra un objeto en el suelo, lo recoge y al verlo bien se trataba de un reloj viejo con tres botones, su hermana le dice que lo deje, pero él no quería, ante tal desacuerdo Ana le empieza a relatar una historia que había escuchado en su infancia: había una vez, en un lugar muy lejano, un niño llamado Martín que iba caminando por la playa y en eso pisa algo, levanta el pie y ve que se trataba de un reloj con tres botones igual al que tú tienes. La curiosidad entró en Martín por saber cómo funcionaba, presionó el primer botón y observó que las manecillas del reloj se movían rápidamente hacia adelante, presionó nuevamente el mismo botón y de pronto vio que se había anochecido, presionó el tercero y vio que las manecillas del reloj se movían al revés, volviendo todo a su normalidad; pero faltaba un botón, el de en medio, así que lo presiona y vio que todas las personas se quedaron como estatuas. Impresionado al tener tan mágico reloj en sus manos se dijo: si le digo a alguien seguro de que me lo quitan, por eso no se lo voy a decir a nadie, y siguió jugando. Un día, la hermana de Martín entra a su cuarto a buscar unas cosas, en eso ve sobre la mesa el reloj y tocó el reloj prohibido, el de en medio, saliendo del cuarto vio a toda su familia quieta como estatuas. Tanto fue la impresión, que en un descuido deja caer el reloj desarmándose por completo. Ahora ella intenta amar el reloj con la esperanza de salvar a su familia. Escuchando esto, Pedro soltó rápidamente el reloj y agarró fuertemente la mano de su hermana, diciéndole ella: no recojas cosas tiradas en la calle sin saber antes de qué se trata.


LA PALOMA DE LOS DOS ROJOS
Llegan al colegio, y cada uno se dirige a su salón. El aula de Ana estaba bien decorada, iluminada de dos colores muy especiales: el rojo y el blanco, debido a que, era el día de la Bandera. Llega la profesora y todos guardan silencio, y ella comienza a llamar a cada uno de sus alumnos para que recitaran el poema que había dejado de tarea sobre el día de la bandera. Al ver su registro, resultó que Ana era la primera de la lista y entonces la llama. Ella se para, se pone al frente colocándose en la postura adecuada y empieza a hablar: mi poema se va a llamar……..

"LA PALOMA DE LOS DOS ROJOS"
Miren, arriba en el cielo una paloma.
De dos ojos ensangrentados: ¿Quién la ha herido?
Miren cómo se agita prisionera, desesperadamente por su nido.
Miren arriba otra paloma igual ensangrentada,

miren como palpita, traspasada por una flecha envuelta y prisionera.
Vamos a liberarla por el cielo, que retorne con la primavera, paloma roja y blanca de mi pueblo, paloma de los dos rojos, mi bandera.


Todos aplaudieron y la profesora la felicitó colocándole una excelente nota, y así fue llamando a los siguientes. Transcurrieron varias horas, hasta llegar la hora de la salida, en eso el sonido de timbre se escuchó por todo el colegio y así fueron saliendo uno por uno de los alumnos. Ana ya afuera, va en busca de su hermano, pero en el camino encuentra un cuaderno viejo, creyendo que es de alguien decide guardarlo para mañana devolverlo a su dueño.
Encuentra a su hermano jugando en el sube y baja con otro chico, lo llama y se dirigen a la casa. Al llegar Ana a la casa, se va directo a su cuarto, necesitaba privacidad, y envía a su hermano a ayudar a su madre, quedándose sola, abre la mochila y saca el cuaderno, y era raro porque no tenía ningún nombre ni rasgos del dueño y todas la hojas estaban en blanco, le agrada el cuaderno y escribe en su interior "DIARIO" con letras doradas, y empieza a escribir todo lo que se le venía a la mente.
Terminando, se dirige a su mamá y le dice que si se lo podía forrar, ella lo forra y se lo enseña a su esposo, y éste le dice: ¿Cómo es que quiere a ese cuaderno viejo? ¿De dónde lo habrá recogido?, ¡Llama a Ana! Ella viene y la castiga por traer cosas de la calle. Luego de un mal rato su padre ve el cuaderno sobre el escritorio tal y como lo había dejado, decide averiguar su contenido y lo abre, sólo una página estaba escrita y decía: "Un pequeño recuerdo para papá" y el lo empieza a leer.


Yo tuve un dulce padre
Más alto que el cielo
Más tierno que la ternura
Más ángel que mi ángel bueno
Y aún en su corazón
Salen oraciones que me alegran
Ahora sus años
Se convierten en canas
Pero su amor de padre
Nunca envejecerá.


Al culminar la lectura un completo silencio se creó, sólo se escuchaba el sonido de las lágrimas que derramaba por sus mejillas impactando con el suelo, sonaba como un caño mal cerrado que derramaba gotas sin parar, y que sólo alguien lo podía parar y era Ana, corre al cuarto de su hija, allí se encontraba sentada, entonces la abraza y le otorga una disculpa, ella lo perdona y el padre comprende que debía preguntar antes de actuar.
Pasaron los años, Ana termina su secundaria, es una chica de grandes éxitos. Después de graduarse, decide casarse con la persona que siempre la acompañó en la universidad, tuvieron una hija a la que le pusieron Lili, luego que cumplió cinco años, Ana le entregó este diario para que lo leyera y que aún le quedan hojas para llenarlo de aventuras, tristezas, alegrías y otras cosas que Lili tendrá que vivir y lo más difícil, escribirlo.

4 comentarios:

silvia dijo...

me gusta mucho tu cuento pero seriqa mejor que pongas historias ams cvortas para ahorrar tiempo pero esta bien

yCnia dijo...

LindO cuentO ..perO me parecen muchO mejOr tus pOemas

Allen dijo...

muy wenos temas tienes en tu blog pata por q asi ! reflexionamos de todo !! lo q pasa !! en el amor , en las malas aventuras ! :P!

fabiolita dijo...

esta bien chevere tu cuento pero lo mejor esta tus lindos poemas estan recontra bacanes